Ruta senderista circular: Barranco del Hocino.

Saliendo de la población por su extremo norte, se toma un camino que desciende hasta una fuente cercana. Desde este punto, remontamos la ladera por un sendero hasta un corral de ganado, que bordeamos para coger el camino conocido como de las Quinchas. Continuamos por dicho camino, hasta tomar el primer desvío a la derecha, que nos conduce a otro segundo cruce que también tomaremos a la derecha. A unos 150 m. aprox., nos desvinculamos por un desvío que surge a la izquierda y que nos lleva hasta un nuevo cruce con los corrales y pozos llamados del Rocín. Desde este punto, descendemos al barranco del Hocino, siguiendo su pedregoso lecho por el mismo cauce. Al principio, este se presenta ancho y sin apenas dificultad, pero conforme desciende, va estrechándose y aumentando en vegetación muy variada, compuesta fundamentalmente por carrascas, rebollos, arces, rosales silvestres, etc. En algunos tramos, la densidad de esta masa vegetal es tan importante, que nos obliga a adentrarnos un poco por zonas más despejadas del carrascal, siguiendo los pasos que deja la fauna silvestre a su paso. Una vez se llega al panel informativo que describe la flora y la fauna del barranco, ascendemos por la masa de carrascas a izquierdas y bordeando el barranco hasta encima de los roquedos, donde encontraremos un corral de ganado. Desde este punto, comenzamos a descender entre robles, por un sendero que nos acerca hasta los vastos campos de cereal, por donde continuaremos siguiendo su margen izquierdo, hasta alcanzar la antigua carretera. Una vez en ésta, proseguiremos nuestra marcha a la derecha, para salir un poco más adelante al cruce con la ctra. actual, siguiéndola con la máxima precaución, durante unos 800 m. A esta altura, nace un camino a la derecha que tomaremos y que nos llevará al cementerio de la población, tras ascender una última fuerte pendiente.